Joven Empresario de Jujuy, perteneciente a la UEJ, hizo el Cruce Sanmartiniano a la Cordillera de los Andes con la delegación de CAME.
Ramón Burgos, fue representando a la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Unión Empresarios de Jujuy, a la que pertenece.
Burgos realizó el Cruce Sanmartiniano a la Cordillera de los Andes con la delegación de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) del viernes 8 de febrero hasta el 15 de febrero.
El empresario jujeño contó que la iniciativa surgió en la reunión de fin de año del 2012 de la CAM. “al ver fotos y videos de la experiencia que ya había realizado CAME en dos oportunidades anteriores, con el fin de fomentar el liderazgo en las personas, me interesé y solicité participar de esta tercera edición”, comentó.
“Unos 60 empresarios se postularon para participar, de los cuales quedaron 20. La elección de éstos se realizó buscando un grupo que sea Federal y representativo de todo el país”, explicó Burgos.
Burgos relató que “la reunión de todos los participantes se realizó en Barrial (Dpto. de Calingasta- San Juan). Ese día participamos de un acto oficial en Gendarmería Nacional, por el 9no cruce sanmartiniano que se realiza (el 3ro de CAME), con el Gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y otras autoridades”.
“Partimos de la finca Manantiales (a 3200 metros de altura) –continuó Ramón Burgos- donde comenzó la travesía a caballo y mula, donde nos separamos de la delegación del Gobernador de San Luis”.
“Esto duró siete días y cinco noches. Nuestra delegación (CAME) realizó el cruce por el Valle de los Patos, que es la ruta que siguió el General San Martín. Luego seguimos un recorrido que fue muy difícil, más de lo que me podía imaginar. Al estar en medio de Los Andes no teníamos agua potable, dormíamos en carpa, muchas veces acampamos arriba de piedras, a pesar de que el clima fue bueno, pasamos de temperaturas bajo cero a temperaturas por arriba de los 30 grados de calor, en zonas desérticas donde el polvo, el frío y el viento eran insoportables, por lo que fue bastante difícil” comentó.
“Cabalgamos por Valle Hermoso hasta el límite con Chile –dijo-. Esa parte fue realmente hermosa y me hizo caer en cuenta de lo que yo estaba haciendo allí, ya que en distintas oportunidades me pregunté que hacía yo en ese lugar, cuando estábamos en medio de la nada, sin agua potable en distintas oportunidades, incomunicados, durmiendo en carpa, muy limitados para el aseo personal y pasando frío; pero en ese momento, cuando llegamos al límite con Chile, encontré el verdadero porqué yo estaba ahí”.
Al llegar al límite con Chile los esperaba un grupo chileno. Burgos recordó: “Hicimos una formación de caballos y el sonido del clarinete del oficial del Ejército ordenaba una carga simbólica, al igual que lo realizó San Martín en la Batalla de Chacabuco. Realmente fue emocionante recorrer 300 metros al galope sintiendo el clarinete que ordenaba la carga”.
Ramón Burgos expresó que “ahí descubrí que puedo superar mis límites. Habernos privado de muchas comodidades cotidianas que tenemos nos enseñó mucho, y aprendimos que podemos hacer más de lo que pensamos”.
El joven empresario recomendó a los empresarios que tengan algún interés en realizar esto, que se animen a hacerlo. “No es un paseo, es algo complicado, pero es una experiencia inolvidable, fuera de lo común, importante dentro de las limitaciones que tuvimos que sortear”, comentó.